Hoy más que nunca necesito de tu palabra, para que me saque de esta ciénaga de confusión y duda. Mis noches infinitas de pesadillas, mis días de lágrimas y desconsuelos, hace para mi la vida imposible.
¡ Ayúdame a comprenderte !
No dejes que me hunda en el fango de la duda, no dejes que el mar de la sospecha haga naufragar mi razón.
¡ Ayúdame a entenderte !
Y así podré saber de donde nace mi amor hacia ti; no dejes que dude de mis cabales, no dejes que sospeche que mi mente está enferma de amor, que fuera ayer, y hoy sólo es pasión descontrolada de mi cuerpo hacia
tu cuerpo.
tu cuerpo.
¡ Ayúdame a encontrarme !
En esta vorágine de desconcierto, en esta neblina que habita en mi cerebro, en el temor a los años que vendrán. Por lo que hemos vivido, por los días que compartimos nuestro amor, por nuestros abrazos interminables, por nuestros labios que callaban al besarse, por nuestros corazones que latían de emoción.
¡ Ayúdame, hoy más que nunca te necesito !
Tu puedes ser mi salvación o mi muerte final…